Noche del 29 de Julio de 2014¶
Observación en Suso (campo “Buenavista 1” 42.93289, -8.25757 -> 42º 55’ 58» N 8º 15’ 27» W) del 29 de Julio de 2014 (Martes) Equipo: Newton 200mm f/8 sobre Dobson (El Anciano)
Por fin todo indica que va a ser una noche despejada y con la luna bien colocada. Ya tenía cargado el equipo del día anterior y emprendo el camino sobre las 19:30 T.U. (21:30 local) pensando que ahora llevo mucho menos “parafernalia” que hace algún tiempo. Eso es bueno: cuanto menos se necesite, mejor. En particular, he dejado de llevar la mesa de camping y ahora uso el propio maletero del coche como superficie para desplegar material, documentación y tomar notas. El portón del maletero incluso ofrece una especie de “tejadillo” para guarecerse. Definitivamente, un “coche astronómico” debe tener un maletero diseñado de tal modo que pueda usarse como mesa… y por supuesto, que puedan abrirse las puertas sin que se encienda ninguna luz…
Llego al campo poco después de las 20:00 T.U. y despliego el equipo: qué cómodo es el Dobson. Coloco una brújula y un nivel de burbuja sobre el fondo del cajón del Dobson. Oriento la montura de tal forma que en posición de “parking” el tubo mire hacia el Sur y modifico la longitud de las patas para que esté más o menos horizontal. No hace falta hacerlo con mucha precisión, sin embargo: lo justo para que la montura sea más cómoda de usar y tenga un mínimo de estabilidad.
Cuando termino de montar aún hay mucha luz, así que hago algunas fotos con el móvil para subir al face, twiter, grupos de whatsapp…
Antes de que sea noche completa apunto a la Luna, casi poniéndose, y de la que apenas se ve un fino “)”. Pruebo el ocular Vixen Lanthanum de 10mm que había comprado hace meses de segunda mano y que aún no había podido estrenar. Me alegra comprobar que da una imagen perfecta con excelente contraste.
Sobre las 20:50 T.U., cuando la Luna se oculta tras los árboles, vuelvo el teles a Marte. Marte es uno de mis “unicornios”: no he logrado ver detalles de su superficie nunca (bueno, una vez hace más de 20 años). Particularmente no he distinguido nunca los casquetes polares… y esta vez tengo que decir que tampoco… aunque me olvidé de probar con la Barlow: queda pendiente intentar eso.
Después del fiasco de Marte y de visitar Saturno, que es siempre una apuesta segura, estuve hasta las 23:30 T.U. sin usar el telescopio: simple observación visual a ojo desnudo, disfrutando de la vía láctea. Resultó muy relajado y desestresante contemplar el cielo estrellado después de tantos meses sin oportunidad de hacerlo.
A esa hora más o menos probé con M31. La última vez que había salido a observar, allá por Noviembre, había quedado impresionado por la imagen de M31 que había captado. Lo achaqué a que acababa de colimar el telescopio y debía haberme quedado bien a punto; en aquella ocasión tuve que “abortar” la observación porque literalmente me caía de sueño. Esperaba obtener la misma súper-imagen de M31 en esta ocasión, pero no fue así. Aunque la imagen era buena, ni se acercaba a lo que recordaba de aquella noche. ¿Lo habría soñado? ¿Se habría descolimado el telescopio? No había recibido ningún golpe y no debería… Me temo que el factor determinante era el de siempre aquí en Galicia: la transparencia del cielo. En Galicia el cielo es muy poco transparente y, en las raras ocasiones en que esta condición mejora notablemente, la diferencia es muy marcada…
De M31 resaltaba la parte central. El borde perceptible se extendía desde el centro hasta medio camino de M32 (al Sur), que se apreciaba fácilmente. Y aún más destacaba M110 (al Norte)…
Mi nuevo ocular Vixen Lanthanum de 10mm daba un contraste excelente, aunque la vista era mejor con el Orión de 20mm: cuestión de campo abarcado, aunque el del Lanthanum es bastante grande para la focal que tiene.
Auriga aún no había salido (23:49 T.U.), así que para hacer tiempo antes de intentar localizar el cometa Jacques (C/2014 E2) le eché un vistazo a M13. Resultó impresionante. El mejor M13 que he visto nunca. Con una humedad del 71% (buenísima para Galicia), cerca del cenit la transparencia mejoraba bastante y el Lanthanum de 10mm me dio una vista magnífica de M13: el tamaño de campo y los aumentos justos, así como un contraste mejorado. Por primera vez distinguí la estructura “en araña” de M13; hasta ahora siempre lo había visto como una “pelota”. Me recreé observándolo un buen rato, y a las 0:15 T.U. un satélite artificial cruzó M13.
Mi viejo plossl de 7.5mm (de hace más de 20 años y marca rara) resulta muy bueno. No pude dejar de pensar que, aunque resulta ridículo comparar sus prestaciones y calidad con un ocular moderno de alta gama, no deja de ser entrañable observar con uno de estos viejos oculares. Es como conducir un 2cv o un mini: que sí, que vale, que es mucho mejor el Ferrari… pero resulta agradable manejar esas joyitas clásicas…
A pesar de que hace años lo desmonté para limpiarlo y tal vez no esté como salido de fábrica, la verdad es que guardo como un tesoro este viejo ocular “Unitron plossl 7.5mm” que se disputa mi corazón con el más moderno (en comparación) Vixen Lanthanum 10mm, sin desmerecer al orion de 20mm.
El que no me gusta nada es el Celestron x-cel de 5mm. Se trata del modelo antiguo (no la moderna serie LX). No es que sea malo (al contrario), pero me resulta incómodo. Variar aunque sólo sea ligeramente la posición del ojo respecto al eje óptico hace que la imagen lateral se desvanezca… hay que estar muy quieto para sacarle partido.
Después de disfrutar un buen rato de M13 voy a M51, uno de mis objetos preferido. Lo localizo sin usar mapa: ya me lo sé de memoria y 24CVn, que me sirve de referencia, se ve a simple vista: no tengo que tantear mucho (tal vez con algo de suerte) para apreciarla débilmente por el busca y no tardo en tenerla en el ocular de 20mm. Pero resulta ser una desilusión. Como dije, salvo alguna zona pequeña, el cielo no estaba nada transparente y la imagen de M51 resultó de las peores que recuerdo. Una pena no poder disfrutar como se merece de esa joya.
Sólo se apreciaban los núcleos juntos de las dos galaxias… sin detalles :(
0:45 T.U. Auriga todavía no ha salido aunque ya se ve Capella. Tengo que hacer más tiempo antes de intentar el cometa Jacques. Voy a la zona de Sagitario.
En Sagitario localizo M28 y M22 a partir de lambda Aurigae (la punta de la tapa de “la tetera”). No hago hopping: simplemente tanteo; parece que mi habilidad para hacer eso ha mejorado considerablemente, así como para usar el buscador con los dos ojos abiertos para hacer corresponder lo que se ve por el busca con lo que se ve a ojo desnudo. Bien!!!
1:17 T.U.: M28 (sobre 1 grado al N-NO de lambda Aurigae) y M22 (más grande y con bordes más irregulares y menos definidos) ofrecen una buena imagen con los oculares de 20mm 10mm e incluso con el viejo ocular de 7.5mm, pero seguro que sería mejor con una transparencia decente.
A las 1:36 T.U. (75% de humedad) las pléyades ya se ven y Auriga aún se oculta en parte tras los árboles del horizonte. Además, la transparencia parece empeorar salvo la zona del zenit. La vía láctea se aprecia ya peor. Decido hacer una pausa para café y para disfrutar de la observación a ojo desnudo mientras doy tiempo a que Auriga termine de elevarse en el horizonte.
A las 1:51 T.U. hago más tiempo volviendo a M13 y M31, que ahora está más cerca del zenit. Esto hace que la imagen de M31 sea mejor que antes; aún así, no es ni por asomo como aquella noche de sueño que antes mencioné.
A las 2:18 T.U. echo un vistazo a la Pléyades. Me gustan más por prismáticos. El campo es demasiado extenso como para apreciarlo convenientemente con telescopio. Aún así, parecen joyas brillantes incrustadas en el negro del cielo.
Son ya las 2:21 T.U. Auriga ya se ve totalmente y voy a por el cometa. Tras algo de trabajo lo consigo (2:34 T.U.): ¡Tengo el cometa Jacques (C/2014 E2)!! Partí de Iota Aurigae. Como a medio grado al SW hay otra estrella (HIP 22898): uniendo ambas más o menos en dirección a Iota llego al cometa. Se aprecia bien tanto con el Orion de 20mm como con el Lanthanum de 10mm. No distingo cola, probablemente por la falta de transparencia del cielo y su cercanía al horizonte. Núcleo denso y cabellera extensa y difuminada.
A las 2:46 T.U. recojo, después de una buena noche. Parece que “el anciano” se me queda viejo por fin: debería ir pensando en otro (ya tengo alguna idea). Soy menos técnico y más instintivo. Uso menos los mapas y saco más provecho al buscador. Disfruto más.
Hay que reconocer que me gusta usar “el anciano” por motivos sentimentales; pero su calidad óptica deja mucho que desear. El espejo tiene más de 20 años y aunque está en buen estado no se puede comparar a un espejo moderno. Sospecho que tiene también micro-ralladuras que difuminan la imagen, la refractancia es pobre, es difícil de colimar y se descolima fácil para ser de estructura cerrada.
Por supuesto, lo que me encanta es la montura. Ese tacto que permite seguir bastante bien el movimiento diurno del objeto observado, el tiempo que le dediqué y lo que aprendí haciéndola compensa la imagen “cutre” que da el tubo…
Pero hay que mirar para adelante, y mejorar como astrónomo aficionado significa dejar atrás equipo obsoleto que ya no nos puede enseñar más, aunque le tengamos cariño…
Mejoras y cosas a probar:
Buscar mejor soporte para oculares.
Parche para ojo.
Probar Marte con la Barlow.
Tener láser a mano para comprobar que se está apuntando bien en caso de duda.
Estimar MALE/Seeing/Transpa en cada zona del cielo observada.